Tendríamos que aprender a olvidar. A despertar sin querer, o
a mirar sin nombrar. Porque así como somos ahora; culturales
y moralizantes, no lo lograremos. Hay que invocar el poder;
desde adentro. Pon atención.
Sofía Weidner (CDMX, 198_) presenta este ensayo plástico sobre
la anatomía del sentir y los raros flujos del poder-personal. En una revisión
casi narrativa, sus piezas nos guían por las diferentes dimensiones del
ser-una-misma. Los embates de la identidad, la memoria, el consumo,
el consumo del ser, y la epopeya del género revelado. Como buscando
complicidad con el espectador, las piezas van espejeando nuestras emociones
y convenciéndonos de que todxs somos vulnerables de sentir-más.
Podría decirse que su trabajo es una plástica de conceptualidad orgánica. Porque
a través de suaves tratamientos en la forma, Sofía logra conmover las partes
duras de nuestro pensamiento: coloca en nuestra mirada una semilla filosófica,
un pequeño grito que se esconde entre la lógica y la responsabilidad humanas.
Sofía es una entrenadora de almas. Lo complejo de su trabajo no está en la obra:
está en ti.
luis ramaggio, curador.